Escritos en la libreta

De nuevo escribo en la libreta mi vida patética y enfermiza. De pronto el odio y la rabia me queman por dentro y se mueven hacia el centro del pecho. Me ahogo entre decepciones y sucesos. Alcoholizado y lloroso pienso ¿qué circo de primates es esto? Me siento retraído, intimidado, a veces con rabia y a veces sin aliento.
Me doy asco… Pienso en cortarme, herirme o envenenarme… Me da asco pensar que me creo un poeta o un escritor que no sabe ni reunir palabras con coherencia. Ellas van solas y sin sentido.
Da asco este mundo hipócrita, mi enfermedad crónica, da asco la locura sinfónica. Todo es oscuro y tenebroso, aunque lo disfrazan de algo hermoso.
Pues no soy ni poeta, ni escritor… Solamente escribo mi dolor. Es él quien me guía y navega por mi libreta, esquivando falsas maquetas de vidas perfectas. Me da miedo mirar en el espejo y ver ese maldito rostro envejeciendo… Sabiendo que moriré solo por ser disperso y demasiado diverso. Soy el escritor frustrado que pide whisky, el que se descontrola, con razón o sin razón. ¿Soy ese cuerdo rodeado de locos o ese loco rodeado de cuerdos? No lo entiendo… A que he venido… mi cuerpo, mi alma, mis pensamientos… Sólo soy un puto alcohólico sediento, enfermo, sin llegar aún a los treinta y ya no puedo subir esta cuesta que es la vida. Me rindo, solo quiero quedar en alguna memoria ajena, no quiero cantos de sirena ni en los ojos dos monedas… De nuevo escribo por desahogo para evitar mi ahogo en este mundo.   

-EL POETA INCOMPRENDIDO-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu tiempo.