El destino del escrito es incierto en este incomprendido mundo, donde el ojo del niño llora y este su infancia añora, donde la madre con tristeza y el padre con angustia no pueden darle coba...
El dolor del lejano amor, del ser
vacío, al no tenerte ni agradarte al no poder jamás tocar tu rostro ni poder
abrazarte en el frío... Ese es el dolor de un ser humano insatisfecho, el cuál
con despecho cierra los ojos y se hunde en su lecho.
Sigue así. Me encanta tu poema.
ResponderEliminarMuchas gracias Pedro, iré colgando más periódicamente.
EliminarSigue así. Me encanta tu poema.
ResponderEliminarBien Cristian!!!! :-)
ResponderEliminarGracias guapa!
EliminarMagnífic!!
ResponderEliminarGràcies :)
EliminarDona pau escriure, es bo obrir-se, i mes bo compartir-ho.
ResponderEliminarCert! Moltes gràcies per la teva lectura.
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