Soy preso de mi tiempo


A veces me siento con mi soledad y charlamos de estos tiempos, yo le cuento que no existo para los demás y ella me acurruca y me intenta animar… Yo le explico que estoy harto de este cuento, de ser un ser humano maniatado en cárceles de cemento. Sin embargo, me lamento por no ser un lobo corriendo o un pájaro en el viento. 

Continúo diciendo, soledad, te llevo dentro; pues no estoy hecho para esta época ni para este mundo enfermo. Ella sabe que yo lloro al ver como se deshace el tiempo… Por haber nacido un hipócrita simio rodeado de cemento. Echo de menos ser libre como el viento y dejar de sumergirme en un mar medio muerto, donde los peces son de plástico, donde los hombres desechan sus vómitos patéticos. 

Miro a mi alrededor y me acompañan unos cuerpos, pero aun así no dejo de sentirme solo y viejo. Estoy en el precipicio y veo a lo lejos mi final, pero soy cobarde para hacerlo. 

Me paro a pensar que no estoy hecho para este momento pues es la era de los cuerpos perfectos, de la injusticia y de la hipocresía. De pronto la depresión y el asco se apoderan de mi… Es el instante en que me sumerjo en alcohol y medicamentos… Debería ya estar muerto.

-EL POETA INCOMPRENDIDO-

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